El grave error estratégico de perder la capacidad artillera y de fusilería automática

El volver a ver dos vídeos, les dejo uno, sobre la Fábrica de Armas de Oviedo me lleva a una reflexión que comparto abajo.

Lo primero, no seré yo quien critique a General Dynamics, a Santa Bárbara Sistemas (SBS). Ha encontrado un producto, los blindados, de los que es puntera en Europa. Evidentemente, las empresas se crean para ganar dinero, tan sencillo como que si no lo hacen se ven abocadas al cierre, al fracaso, con todas las pérdidas de puestos de trabajo, de riqueza y de conocimiento que conlleva. Si yo, o alguno de ustedes, fuéramos SBS, o cualquier otra firma, haríamos muy probablemente lo mismo. Es decir, potenciar el negocio en el que me he especializado y encontrado un nicho de mercado que me permite desarrollarme como empresa en todos los ámbitos.

Hasta donde llegan mis informaciones, podemos construir fusiles (hay fábricas privadas), pero no se construyen como armas automáticas, lo que sería un problema en caso de necesitarse ante un riesgo de seguridad nacional grave y un tanto inesperado; en plata, una guerra tras un ataque a nuestro territorio. Una regla básica de seguridad es que un país pueda fabricar las armas que necesita para defenderse. La historia nos lo enseña, el mismo origen de las fábricas de armas asturianas viene de apartar nuestras fábricas de armas de la frontera con Francia. Durante años fuimos países amigos, pero cuando la Francia revolucionaria supuso una amenaza nuestras autoridades, con buen criterio, decidieron alejarlas.
Lo de importar armas, a lo largo de la historia se han visto los problemas, independiente del hecho de las posibles dificultades de transporte queda la posición de dependencia y debilidad respecto a esos países, cuyos criterios pueden cambiar en cualquier momento. Sin ir más lejos, las armas en nuestra Guerra Civil llegadas de Rusia, México, Paraguay, Checoslovaquia, Polonia,…eran cada una con municiones diferentes y la calidad en algunos casos era pésima. Resumiendo: un caos.

Es decir, con la desaparición de las líneas de fabricación de la Fábrica de Armas de Oviedo se perdió la capacidad estratégica para armas automáticas. Mis últimas noticias son que también la capacidad de fabricación artillera, al menos en lo referido a la falta de personal capacitado para las diversas mecanizaciones y trabajos que conlleva una pieza artillera, han desaparecido con las últimas jubilaciones del taller de Artillería de la Fábrica de Armas de Trubia.

Decía que no puedo criticar a una empresa privada como SBS que mira por sus intereses, pero no puedo decir lo mismo de los responsables de las estrategias nacionales de Defensa. Los sectores estratégicos aunque cuesten un dinero al contribuyente, tratando, por supuesto, de que sea el mínimo posible, deben mantenerse. Al menos, un núcleo mínimo que pueda poner en marcha una fabricación urgente y sea capaz de liderar a las personas que se incorporen ante esa emergencia.

Los recientes acontecimientos como la invasión de Ucrania han puesto de manifiesto la importancia de la Seguridad de Defensa. Ya puestos, unos datos sacados de una reunión de expertos, de carros de combate no andamos nada sobrados, tenemos poco más de 200. Ucrania tenía 2.000 y los rusos tienen más de 12.000 acompañados de más de 30.000 otros tipos de vehículos blindados. Hay cifras muy dispares de su uso por los rusos en Ucrania, pero todos hemos visto las imágenes de las columnas blindadas con varias decenas de kilómetros.

La esperanza es lo último que se pierde, pero aquí seguimos acordándonos de Santa Bárbara sólo cuando truena.

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