Hay muchos testimonios, recojo este de Jardiel Poncela que no tenía ninguna adscripción política, «En junio de 1936 la situación era insostenible. Decir «¡Viva España!» era un grito subversivo que significaba la cárcel inmediata. Pero «¡Muera España!» estaba admitido y se decía. También se decía por todas partes «¡Viva Rusia!» y «¡Rusia sí, España no!».»
Sin ir más lejos, nuestros vecinos de izquierdas portugueses y franceses, independientemente de su ideología, quieren a su patria, conozco unos cuantos.
Ahí lo dejo.
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