Revivir los recuerdos en la renovada capilla de Santa Bárbara en la Fábrica de Armas de Trubia ha sido un momento de profunda emoción para alguien como servidor que atendió siendo aprendiz cientos de celebraciones en ella. Después de años de silencio, sus puertas se abrieron para celebrar una misa memorable, dirigida por mi páter, capitán Juan Luís García.
Fue un día especial marcado por el honor otorgado a destacados miembros de nuestra comunidad: mi querido comandante Pina, descendiente de trubiecos, y mis buenos compañeros reservistas Lastres y Noval, quienes recibieron las medallas bendecidas de Santa Bárbara, patrona de los artilleros.
Nuestro agradecimiento se extiende a Santa Bárbara Sistemas por cuidar de este espacio sagrado y que vuelve a brillar en su interior.
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