Continuamos hablando de Monforte de Lemos, tras el Escorial Gallego, pasamos a un hecho histórico muy importante: Las revueltas irmandiñas.
Entre 1467-69 las hermandades gallegas (de ahí lo de Irmandiñas) se sublevan contra los abusos de ciertos nobles. Estas revueltas están muy bien estudiadas por los historiadores, recomiendo la tesis doctoral de Lorena Carrasco, dirigida por el gran A. Garín, colaborador habitual del excelente divulgador F.D. Villanueva.
A pesar de lo bien estudiadas que están, los nacionalistas, como suelen hacer siempre, lo retuercen absurdamente para ponerlos a su servicio; o sea, a lo que se les antoja para intentar justificar y legitimar el presente. P. ej. hubo muchos más enfrentamientos entre las distintas familias nobles gallegas que contra el rey de Castilla, que estaba lejos y molestaba poco. Pero les gusta decir que Isabel la Católica se vengó porque los nobles apoyaron a la Beltraneja y los quitó y puso a castellanos. Lo mezclan todo porque la revuelta tuvo lugar en época de Enrique IV y como vimos se levantan contra el sometimiento de los nobles, no contra los reyes.
Cierto que estas grandes revueltas, algunos dicen que posiblemente sea la mayor revuelta europea de ese tiempo, se resuelve cuando intervienen los Reyes Católicos; pero, sobre todo cuando interviene el noble gallego más importante de la época, podemos decir que perfectamente gallego, el Conde de Lemos, que derrota a los demás que se pliegan a lo que ordene.
Volviendo a los nacionalistas y sus manipulaciones, incluso achacan el dominio del castellano a esto. Pero la realidad es que el castellano se impone, a la preciosa y musical lengua gallega, en las ciudades, en el siglo XIX, por razones de prestigio lingüístico y porque permitía abrirse nuevos horizontes en otros lugares. Por cierto, sobrevive en el campo, contrario al catalán que lo hace en su burguesía.
No obstante, el nacionalismo gallego, vinculado muy mayoritariamente a la extrema izquierda como en el resto de España, salvo Vascongadas y Cataluña, no lo tiene fácil. Hay regiones más próximas y menos aisladas del resto que Galicia, sin embargo ninguna, salvo Andalucía, ha dado tantos dirigentes políticos nacionales en los últimos siglos. P.ej., primeros ministros, ojo, sin ir más atrás, sólo desde la II República en adelante: Casares Quiroga, Portela Valladares, Franco, Calvo Sotelo (Ribadeo), Rajoy, ¿Feijóo?.
Su contribución a la Historia de España es, pues, enorme.
Castillo de Monforte, de los condes de Lemos, hoy convertido en un magnífico Parador Nacional.
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