La Armada tenística tiene un nuevo comandante; el gran almirante es Nadal, pero ha llegado un muy joven capitán, ya de navío, dispuesto a relevarlo. Si nada se tuerce en lo mental y físico va a ser una gran estrella.
Los que amamos el tenis sabemos de lo afortunados que hemos sido de ver quizás a los tres mejores de la historia juntos. Pensábamos los españoles ¡qué pena, tras Nadal…!, pero ha surgido le prodige espagnol como lo llaman en L’Équipe y no puedo menos que dar gracias a Dios por este bello deporte y por figuras como Nadal (y Alcaraz) ejemplo dentro y fuera de la pista.
Por coincidencia, tengo un amigo, monitor de tenis, llamado Carlos Alcaraz, nacido en la Argentina, pero que lleva más de 30 años en Asturias. Un magnífico profesional del tenis. Hace más de un año ya le comentaba lo que destacaba su homónimo y con la victoria de hoy, en Miami, se confirma.
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