El pie de la foto reza: Escuela del Alto de la Queimada en Camales hacia 1942 con Pepe su profesor. El niño que está de pantalón corto a la derecha es el empresario Isidoro Álvarez.
Por tanto, unos ocho años tenía según los datos de la foto. Ahí tenemos el ejemplo, la energía que tenía esa generación de la posguerra, educada en el esfuerzo. Hijo de un obrero de la Fábrica de Armas de Trubia que murió trágicamente atropellado por el tren en Trubia cuando era él rondaba los 18. Me contaron que fue en la propia fábrica, pero no lo tengo contrastado.
El niño cruzaba a pie el monte todos los días, unos cuantos kilómetros, para ir a la escuela justo en frente de mi casa que en cuanto sales de ella y miras hacia arriba, al monte, La Queimada es lo primero que se ve.
A pesar de su trabajo de dependiente en El Corte Inglés, poco o nada le regalaron y fue premio extraordinario de su carrera de Económicas en la Complutense.
Se ponen muchas cosas en la prensa, así que poco más voy a añadir: persona discreta, trabajador infatigable, gran tesón para querer ir adelante, querer es poder.
Desde aquí quiero rendir homenaje a esa generación de titanes, personas plenas de tesón, que desde la dirección de El Corte Inglés con más de 100.000 empleados o desde cualquiera de aquellos empinados prados asturianos, que cultivaban cual si fueran jardines, nos transmitían unos valores y ejemplos de vida que estimo insuperables.
Descanse en paz.
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