Mucha gente piensa que en Trubia sólo se hicieron cañones y grandes armas, pero se hicieron también muchas pistolas y fusiles, algún ejemplo ya lo vimos. Aquí constatamos como el Taller de Cañones, anterior al que hoy es la joya de la corona de La Vega y que será, en breve, propiedad del Principado, se trasladó desde Trubia.
Se relata en el libro Nuestras Fábricas: Oviedo. Del comandante artillero Oliver Copóns. Hecho en la imprenta del Cuerpo de Artillería, Madrid. 1900. En él el comandante deja ver su cariño por su profesión y por la fábrica. Magnífico regalo, que cuido con cariño, de mi compañero Javier Ordás, antiguo aprendiz y operario de La Vega, que aunque jubilado sigue muy activo como miembro de la plataforma Salvemos La Vega.
Cito textual de la página 24: Hízose el correspondiente proyecto para instalar en Oviedo algunos de los talleres que aún continuaban en Trubia, y aprobado por Real orden de 11 de Septiembre de 1862, dieron comienzo en seguida las obras, y á medida que se iban concluyendo se efectuaba el traslado. El taller de revólvers en 11 de Febrero de 1863, el de bayonetas y baquetas en 17 de Abril del mismo año, y el de cañones en 7 de Noviembre de 1864, todos con su personal, máquinas, herramientas y demás efectos.
Desde entonces no cesaron ya las mejoras, se acondicionó la Fábrica con aumento de fraguas y nuevos talleres de cañones, baquetas, alzas, vainas de bayonetas, de pavón, desbaste, etc., trayéndose la más perfeccionada maquinaria de Inglaterra y los Estados-Unidos.
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