En una píldora anterior, vimos que al Gral. Franco lo llamó el ministro de la II República Sr. Hidalgo pues no se fiaba ni lo más mínimo de su propio Estado Mayor.
Hidalgo, que sí confiaba plenamente en el prestigio militar de Franco, alcanzado en la Guerra de Marruecos, atiende a la sugerencia de sofocar el golpe contra la República mediante las tropas mejor entrenadas, que eran las que estaban destinadas en África.*
El por aquella altura, Tcol. Yagüe, es el encargado de mandar las tropas del protectorado de Marruecos. Fue una
propuesta de Franco, aceptada sin problema. Para trasladar a Yagüe de Madrid a León y, posteriormente a Gijón, para hacerse del mando de las tropas africanas, llegadas en barco, se usó el autogiro cuyo inventor fue el ingeniero español Juan de la Cierva. Dicho autogiro acabó realizando las operaciones desde la playa de Gijón, esto se debió a que superar en vuelo la cordillera cantábrica le suponía un esfuerzo y riesgo considerable, amén del riesgo de no poder operar por las condiciones meteorológicas en la cordillera.
España fue la primera en usar el avión en combate **, y también el helicóptero, mejor dicho el autogiro, que fue el precursor del helicóptero cuyo padre fue Sikorsky, de origen ruso, en Estados Unidos en 1938.
* Todo lo relativo al autogiro pueden leerlo en la magnífica publicación de Artemio Mortera a partir de la pág. 38.
** Una escuadrilla, como arma de guerra, con labores de reconocimiento y bombardeo; rudimentaria arma (tirando las bombas con la mano) sobre las posiciones enemigas de Laucién en Marruecos el 5 de noviembre de 1.913. En algunas acciones posteriores, muy peligrosas y llenas de valor, resultaron alcanzados por disparos desde tierra algunos aviadores***
*** El rey Alfonso XIII, muy interesado en esta innovación, les concedió el ascenso automático. El general francés Lyautey cursó un cariñoso mensaje: «Yo os envío la expresión de mi más viva simpatía y de sus camaradas franceses por los aviadores heridos heroicamente en el cumplimiento de su servicio y deseo saber noticias suyas.»
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