Tarde de reposo. Inmejorable, con la compañía de las reflexiones recogidas en el libro del título, de mi amigo Gabriel Magalhães, quien sigue la estela de grandes escritores portugueses que manejan perfectamente las dos grandes lenguas ibéricas; como hicieron, entre muchos otros, Camões y Gil Vicente.
Servidor casi está acostumbrado a leer a Gabriel en español; aprecio enormemente su regalo que, además y por fortuna para mi, está escrito en portugués (editado por Planeta). Me viene como anillo al dedo, porque hace tiempo que no practico la lengua de ese hermoso país que amo, amor que agradezco que señalase el doctor Magalhães en su cariñosa dedicatoria.Nora olhando curiosa para o livro do doutor Magalhães
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