Juego con la frase atribuida al mexicano Porfirio Díaz para señalar al extremo rojerío patrio que sueña no sólo con derrocar al Rey, sino con deshacer la nación española.
Las leyes españolas- como, sin ir más lejos, lo hacen las portuguesas- deberían prohibir los partidos cuyo objetivo no fuera el interés general de la nación.
Yo no prohibiría ningún partido mientras no vaya contra los Derechos Humanos y acate la Constitución aunque sea para cambiarla. Sin embargo, si no tienes un programa para España ni te presentas en toda España, ¿qué pintas en unas elecciones generales y luego en Congreso y Senado? Eso sí lo prohibiría y desde luego cambiaría la ley electoral. Una persona un voto. Nada de beneficios para los que solo se presentan en una CA.